
Relicario bendito con todas tus exposiciones.
Apareció con el ancho de espadas desafilado.
Para qué insistir?
Para verla y ver sus piernas golpeadas y ver su cara de tristeza?
Para oir su voz contándome sus penurias?
Para escuchar que no puede despegar?
Para que entienda que la vuelta a casa de su madre es lo mejor?
Para tratar de rescatar aquel recuerdo que sostiene otros recuerdos?
Para ver que yo también estoy creciendo...
4 comentarios:
la vuelta a la casa de la madre...
crecer a veces estría la piel, el corazón y el alma, pero no dejan ser heridas leves y necesarias... y necesarias!
Muchos besos
El Barrilete se enganchó en un palo borracho ladino. Pobre Barrilete.
Adoro que sean tan pero tan reales!!!
para crecer por cuenta propia...sin olvidar las raices.
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