
Tarde cálida por cierto. Los trenes van y vienen y no se por qué razón algunas caras que veo detrás de las ventanillas me resultan conocidas.
La estación está desierta y todos sus ruidos resuenan produciendo ecos.
A lo lejos el silbido del diesel, el que va a Mar del Plata, anuncia que no va a parar en esta estación.
A una chica le vuela la falda el viento, pero no se hace problemas. Tiene lindas piernas y mirada de pantera.
Pasa el tren, se lleva mis miserias...
3 comentarios:
el tren redentor... muy lindo... y muy pascual, por cierto.
que suerte la suya.
mire usted que justo escuchaba a Spinetta, a ud sr tazelaar
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