jueves, abril 20, 2006

P.


Mañana, tarde, noche. Pamela tenía el horario a disposición. Jugueteaba conmigo y con mi pobre humanidad adolescente. Carecía de escrúpulos. Pamela enseñaba que el sexo era sexo. Pamela iba y se venía. Creaba un universo donde las estrellas tenían sexualidad permanente.
Pamela y su boca. Pamela y su culo tremendo que nos enloquecía.
Arte de manicure, soledad entre las solas.
Dónde andarás, Pamela. Se acordará que me hizo crecer?

3 comentarios:

tazelaar dijo...

ALGUNA PARTE DEL CUERPO. DE A RATOS?
AY.PERDON

Caríssimo Cuore dijo...

sisisisi, ésta!!!!

Anónimo dijo...

je