miércoles, abril 05, 2006

Ni los ladrillos


La mirada verdosa y como perdida era cautivante. Fue ella la primera persona que se acercó a hablarme, y yo que hacía bandera de mi timidez no supe cómo contestarle. Cuando me asalta esa cosa que llamamos verguenza, siempre e inevitablemente, tartamudeo. Con Vero fuimos compañeros de trabajo durante muchos años. Fui el hombro perfecto para su emoción descontrolada cada vez que algún novio la abandonaba.Solíamos compartir almuerzos en el Tigre los sábados al mediodía. Trabajábamos hasta las 12. Yo tomaba mi auto (ése que yo amaba, el verde maui) y le abría la puerta para que ella se acomodara a mi lado. Así tomábamos la Panamericana, derechito para el Mercado de Frutos. Caminábamos un poco, y buscábamos un lugar donde comer. A mi, Vero me gustaba mucho, pero habiendo tratado de avanzarla (superando la verguenza y la timidez) no había logrado más que alejarme de ella.Años después de compartir trabajo y experiencias, en un momento donde la relación estaba en la cumbre de la frialdad, me casé.Mentiría si dijera que pensaba mucho en ella.Pero ocurrió que con anillito de oro en mi mano izquierda, una noche en que nos cruzamos en uno de esos eventos que yo organizaba y que prefiero no recordar mucho, entre copas nos besamos a la vista de nuestros compañeros de trabajo.A mí, el corazón se me acelera con facilidad (no tengo el si fácil, tengo el no difícil).Cuadras después de la fuga de ese lugar coqueto, y entre las sábanas y antes de enroscarnos, me confesó que en ese momento, ella era libre, y que me elegía porque yo no lo era.Jugueteamos un rato largo.Terminamos bastante cansados y la alcancé hasta su casa.Seguimos siendo amigos un par de años más pero sin intimar.Habíamos cerrado un ciclo, un muro se había derribado. Pero acaso no me he quedado siquiera con un poco de cemento...

4 comentarios:

Naty dijo...

el miedo la libertad...no creo que haya cosa mas difícil que compartir la libertad con otro.
Intimar, juuajua, q palabreja graciosa... pero cuan accurate!

Caríssimo Cuore dijo...

intimar es una palabra exageradamente hermosa

Griselda García dijo...

tiene razón. hay ciertos círculos que es preciso cerrar. la imagen de la piedra que irrumpe en un lago en quietud.

Caríssimo Cuore dijo...

Mamma: la imagen que transmite usted es muy, pero muy acertada