viernes, abril 07, 2006

17


Cuando la vi desnuda, vi el ojo de la tormenta. Fue ahí cuando dije, Si! Que venga el tornado y arrase con todo.

Y qué quedaba por pensar? Que le estaba haciendo mal, que era muy chica!, que los años que nos separaban eran demasiados?.
Tenía algo en su manera de actuar, en su sensualidad para moverse, era una auténtica Lolita.

No pasó más que lo que tenía que pasar, el juego, el beso, el sexo, la cama, los piecitos descalzos. Una mirada que no coincidía con su edad.
Por un momento fui feliz, pero todo se acaba, tan rápidamente, que no pude dejar de sonreír.

Un par de días después la volví a ver, con su uniforme de colegio y su faldita tan corta.
De qué manera creen que reaccioné?
No pude dejar de sonreir....

7 comentarios:

Naty dijo...

Volver a los 17 después de vivir un siglo...
Volver a mirar a alguien y sonreir, simplemente, SUBLIME!
(LO DEL ASCO FUE PORQUE MI SOBRINA TIENE CASI 16 Y SE TRULA LA CABEZA, PERO BUENO,LO MEJOR ES VERLA SONREIR, NO CREE?)

Caríssimo Cuore dijo...

le parece?, usted sonríe todavía?

Naty dijo...

menos que antes, con poca gente quiero decir...y respecto de esas sonrisas
el resto de la vida, la paso riendo a carcajadas!

tazelaar dijo...

"cuando la vi desnuda, vi el ojo de la tormenta..." muy bien. muy bien.

Griselda García dijo...

curiosamente, el ojo de la tormenta es el lugar de mayor calma.

Caríssimo Cuore dijo...

Mamma: la calma que antecede a la tormenta

Caríssimo Cuore dijo...
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