jueves, marzo 16, 2006

EJEMPLO


Ejemplo: un interno telefónico sonante y constante. Diez señoritas alrededor que caminan dejando su halo de perfume (francés?) por doquier. Trajecitos hechos a medida, tacos altos, algunas lucen gafas sin aumento para que aumente el tipo mujer intelectual. Nunca han leído ni siquiera los titulares del diario DIARIO.
Un pobre empleado, que seguramente es contratado por un lapso de tiempo no muy extenso, se acomoda los anteojos. El tipejo, tiene ganas de morirse, no aguanta el ritmo cansino de esa oficina de mierda.
Nadie le presta atención al sonidito que crispa los nervios. Las chicas siguen desfilando con papeles bajo el brazo, caminan de un lado a otro haciendo que trabajan, atienden sus celulares, ponen cara de preocupación, le imprimen vértigo a sus andares, parecen atareadas. Algunos que observan el movimiento desde las oficinas que rodean al piso segundo, se convencen que esta gente trabaja mucho. Hay un zumbido que indica que el aire acondicionado está encendido. La chica de anteojitos redondos cruza raudamente el corredor que va hacia los baños, y con ésta contamos tres veces en hora y media.
El teléfono sigue sonando.
El tipejo que hoy, mañana o pasado, o quizás ayer va a suicidarse, se fastidia, ok... está vivo. Llega hasta el teléfono justo cuando este deja de sonar. Otra vez será...
Mucho taquito aguja. Algunos que se cruzan con las chicas las saludan afablemente.
Leen toda clase de panfletos que adhieren a las carteleras, pero todo para que llegue más rápido el mediodía, hora en que todos corren hacia los bares de alrededor del edificio...
Necesitan reponer energías, quién puede negarle un descanso a estas chicas, no saben lo que deben molestar esos zapatos...

2 comentarios:

Naty dijo...

mire yo ando en chatas, pero igual.
Snif, que feo que piense así. Ahora si es una tarde de perros.
Si no redactara con tanta sensatez (ya se lo dije y qué? además de boba soy reiterativa) me enojaría enormemente. Pero entre eso y que otra vez tiene razón, no puedo más que felicitarlo y meter el rabo entre las patas!
C U soon I hope!

Caríssimo Cuore dijo...

Tía, caríssssssima tía. En chatas, rápidas y con sólo 34, podría quedar boquiabierto y babeando cual perrito de Pavlov a la hora del timbre.
Gracias again