martes, julio 18, 2006

Sueños y Realidades


Anoche soñé con Charly, un sueño raro. Había acuchillado a su novia. Con Ramiro nos dedicábamos a visitarlo en una extraña prisión, con un régimen de salidas bastante inusual.
Podíamos juntarnos los tres a beber sin miramientos.
Ramiro se emborrachaba y derrochaba alegría, mientras que Charly, un poco limitado por su condición de convicto, se mostraba feliz por lo que había hecho.
Cuando nos retirábamos de la visita, me daba cuenta que Ramiro se estaba drogando (¿?) y yo le comentaba que durante mucho tiempo debido a la condena de nuestro amiguito, tendríamos que repetir estas visitas.
Atravesábamos una reja que estaba abierta, mientras Ch. agitaba su mano izquierda, haciendo ademanes de adioses. Era feliz. Podía escaparse pero no lo hacía, estábamos controlados por un poder abstracto y superior, no había ni guardianes ni policía, pero sí una energía extra.

No me levanté muy bien, mientras soñaba, alguien agujereaba la barriga de algún otro alguien con metralla en el medio de Beirut.
Quizá caía muerto otro niño...

3 comentarios:

Almirante Margarito dijo...

Genial, Carissimo. Ud. es un especialista en escribir sobre uxoricidas.

El Trompo Promiscuo dijo...

Mira vos.... Locatti y la eterna sonrisa.

Caríssimo Cuore dijo...

Almirante, no sé si es un halago o un certero disparo en la cabeza.
Trompo, locatti es, fue y será un grande