Aparentemente, la glándula maldita me ha convertido en un hombre sin ideas. Intento darle vueltas al teclado, pero nada. No me acuerdo de nada ni de nadie, esta vez creo que es mejor.
Al amor hay que rendirle homenaje, por lo que creo que seguiré en algún momento recordando algunas chicas. Pero hoy, con esta humedad que disipa pensamientos, quiero entrar en el mundo sumergido de mi yo.
Otro día les cuento.
martes, julio 04, 2006
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4 comentarios:
¡Qué conducta temeraria!
gracias almirante, usted me comprende, ¿usted me comprende?
Ahora la culpa es todo es la glándula.... pero por favorrrrrrrrrr!!!!
lo mío es glandular diría Androcles
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