viernes, abril 28, 2006

Despabílate Amor


Ante tan colorado amanecer, ante tanta neblina... En la calle restos de humedad se amontonan y camino por la calle para no mojar mis zapatos con el césped rociado.
Inevitable recordar, cómo se han perdido tantas situaciones placenteras, cuando volver de madrugada para encerrarnos a transpirar bajo las sábanas era tan común.
Se acabó, el tiempo lo pudre todo...
Acaso cada reclamo es el mismo de siempre.
Ya no cambiaré porque resulta que es tarde, para vos, para mí, para los demás.
En el aire suena lejos un tanguito conocido desde una radio AM.
Ahora camino por el pasto, esta vez la humedad me va a despabilar....

jueves, abril 27, 2006

Everybody hurts


Acabo de entrar en mi oficina luego de un paseíto obligado por los trámites con los que debo cumplir. Salí contento porque el día está realmente bueno, pero volví cansado y cabizbajo.
Me he dado cuenta de la violencia que recorre nuestras calles.
Sin entrar en molestas moralinas me da mucha tristeza ver como lo gente se insulta sin motivos válidos, de coche a coche, me da bronca que no te piden permiso, que no te digan buen día, que no te digan por favor y que no te digan gracias.
Serán motivos éstos como para mandar a todo el mundo a la mierda?.

Ojalá esto algún día deje de suceder.

lunes, abril 24, 2006

Porque el campeón a veces cae


Harto de la frase, estaba harto de la frase.
Entonces es cuando comienzo a delirar sobre algo que no tiene sentido para los demás.
En ese momento cae el boxeador, que con esta caída comienza su descenso hacia el destino fuera de la fama.
Redecido ver todas las peleas del sábado, incluída la mía.

Me descuelga la frase nuevamente y buceo en mi F. Branca, intentándolo todo.

Y vos ¿de dóde sacaste esa boquita?

viernes, abril 21, 2006

Conozco la leyenda del colmillo


La verdad es que se me ocurren tantas cosas. Alguna vez ofrecí mi yugular a diestra y siniestra. Conocía los riesgos de ofrecerla, pero debí haber tomado mis recaudos esa vez.
Myriam era un auténtico vampiro bucanero.
Yo solía observarla desde mi mesa del café de la esquina del Grafotécnico. En verdad estiraba mis recreos para poder cruzármela, no voy a mentir, al menos en este caso.
Aquel mediodía la seguí, observando con bastante agrado su persona y su hermosísimo culo.
La alcancé a las pocas cuadras, tomé coraje y le ofrecí un café en la esquina del Congreso.
Aceptó.
Hablamos.
Yo la miraba tratando de disimular mi excitación (todos tenemos una velocidad, en el pantalón).
Pasados un par de días, la convencí para que me acompañara a ver un espectáculo de travestistas donde trabajaba M. como asistente y Ch. como seguidor, creo.
Al término del espectáculo me ví apretado entre su cuerpo y la cortina metálica de la confitería Ideal.
Bebimos entre amigos un rato después.
Le propuse pasar la mejor de las noches de su vida.
Aceptó.

Desperté sin sangre, creyéndome la historia, ésa de aceptar que no había pasado ella, la mejor de las noches de su vida.

jueves, abril 20, 2006

P.


Mañana, tarde, noche. Pamela tenía el horario a disposición. Jugueteaba conmigo y con mi pobre humanidad adolescente. Carecía de escrúpulos. Pamela enseñaba que el sexo era sexo. Pamela iba y se venía. Creaba un universo donde las estrellas tenían sexualidad permanente.
Pamela y su boca. Pamela y su culo tremendo que nos enloquecía.
Arte de manicure, soledad entre las solas.
Dónde andarás, Pamela. Se acordará que me hizo crecer?

María Mercedes Magdalena


Hoy estaba tratando de recordarla, porque hace mucho tiempo que no lo hago. Y descubro que el paso de este tiempo, cierra heridas y también borra caras.
Es increíble verme después de tanta agua bajo este mismo puente intentando rescatar algo positivo de esa relación, algo que merezca ser tenido en cuenta.
Y por más que trato, y trato de veras, no logro encender ni siquiera una llamita de nostalgia.
Me siento aún soltero a pesar de haber cumplido con la obligatoriedad que merece el divorcio. Y no mantengo rencores ni pedidos de deudas.
Inoportunamente vuelven a veces los recuerdos, y no lo digo desde la posición de la inoportunidad del rencor, simplemente porque toda separación es para mí un fracaso, aunque termino reservando cierto cariño para con la gente que ha compartido algo conmigo.
Por eso hoy la recuerdo, porque sí, porque quizás el hecho de que hoy sea un día nublado, me hace recordar viejas brumas que no han de disiparse tan fácilmente en mi memoria y porque aunque diga que no estoy diciendo si, y cuando digo si, a veces quiero decir no...
Lejos, allá a lo lejos, repentinamente asomaron esos recuerdos que eran bastante relocos.
Chardonnay para todo el mundo, alguien sabrá entenderlo....

miércoles, abril 19, 2006

Para qué?



Relicario bendito con todas tus exposiciones.

Apareció con el ancho de espadas desafilado.

Para qué insistir?
Para verla y ver sus piernas golpeadas y ver su cara de tristeza?
Para oir su voz contándome sus penurias?

Para escuchar que no puede despegar?
Para que entienda que la vuelta a casa de su madre es lo mejor?

Para tratar de rescatar aquel recuerdo que sostiene otros recuerdos?

Para ver que yo también estoy creciendo...

jueves, abril 13, 2006

Tren de desconsuelo


Tarde cálida por cierto. Los trenes van y vienen y no se por qué razón algunas caras que veo detrás de las ventanillas me resultan conocidas.
La estación está desierta y todos sus ruidos resuenan produciendo ecos.
A lo lejos el silbido del diesel, el que va a Mar del Plata, anuncia que no va a parar en esta estación.
A una chica le vuela la falda el viento, pero no se hace problemas. Tiene lindas piernas y mirada de pantera.
Pasa el tren, se lleva mis miserias...

miércoles, abril 12, 2006

Recomendado


No acostumbramos en este blog a recomendar nada, pero toda regla tiene su excepción.
Fun People es una de las bandas adolescentes que más me gustan (aunque ellos han dejado de ser adolescentes hace rato). Este disco, me produce alegría, nostalgia y otras cosas...
Les dejo una de las letras, si pueden consíganlo.

El Stranger
Solia ser algo triste
como los hombres que creen que vivir es trabajar
trabajan para servir.
Abandone donde naci y pertenecias.
Con rumbo estoy, mi meta es ser un poco, poco, little feliz!!(coro)
Stranger with feelengs, i´m not bored man.

martes, abril 11, 2006

White Skin


Encontrarme con Skin sin conocerla fue una verdadera experiencia. Nos citamos a eso de las seis de la mañana en un bar de la esquina de Entre Ríos e Independencia. En esa época andaba yo tratando de encontrarle la vueltita a la vida, cosa que nunca pude lograr por otro lado.

La vi entrar llegando sonriente, lo que me proporcionó la primera idea de una persona con mucho para entregar.

Ella venía sin rumbo fijo. Creo que la neblina de Abasto (La Plata) la traía confundida. Skin quería darle una vuelta más al ciclo de su vida, quería amor sin compromiso, quería tener un hijo a quien entregarle su amor.
Tres o cuatro días después de nuestro primer encuentro, pasó con su auto por una esquina de Boedo a recogerme.

Cenamos sandwiches en la Costanera Sur, reímos como me he reído pocas veces, me tomó las manos, me besó la frente, me acercó los labios y yo los acepté.
Skin me llevó esa noche a la casa de su madre en Palermo, ya que ésta no estaba en Buenos Aires.
Lentamente fuimos quedando desnudos en la sala enorme que tenía ese departamento.
No creo recordarme enamorado esa noche, pero si recuerdo con toda claridad mis gestos de satisfacción.
También recuerdo irme de su oficina asustado por creer que estaba saturado de algo que creía no merecer.
Era acaso eso amor?
Años más tarde alguien me pregunta sobre la belleza y sus parámetros.
Skin para mí fue de lo más hermoso.

viernes, abril 07, 2006

17


Cuando la vi desnuda, vi el ojo de la tormenta. Fue ahí cuando dije, Si! Que venga el tornado y arrase con todo.

Y qué quedaba por pensar? Que le estaba haciendo mal, que era muy chica!, que los años que nos separaban eran demasiados?.
Tenía algo en su manera de actuar, en su sensualidad para moverse, era una auténtica Lolita.

No pasó más que lo que tenía que pasar, el juego, el beso, el sexo, la cama, los piecitos descalzos. Una mirada que no coincidía con su edad.
Por un momento fui feliz, pero todo se acaba, tan rápidamente, que no pude dejar de sonreír.

Un par de días después la volví a ver, con su uniforme de colegio y su faldita tan corta.
De qué manera creen que reaccioné?
No pude dejar de sonreir....

jueves, abril 06, 2006

Mirá como son II


Un tipo me contó una historia ayer donde me relataba su encuentro amoroso con una lesbiana que no hacía más que comerle los sesos.
Claro, no le entrega lo que él quiere. Además, ella tiene un rollo con la hija de él, hermana de otra niña a la que le gustan las chicas.
Nadie se encuentra en posición de exponer una crítica de la condición sexual. Cada quien hace de su culo un mostrador.
Pero lo que más me llama la atención, es esta cosa del jugueteo. Y esto voy a criticarlo siempre.
Para qué enloquecer a un tipo, si en el 90% de los casos, una lesbiana no se acuesta con un hombre.
Para qué meterse en una relación que dispara dolor a los cuatro costados?.
A él, le deseo lo mejor, a ella ....

miércoles, abril 05, 2006

Ni los ladrillos


La mirada verdosa y como perdida era cautivante. Fue ella la primera persona que se acercó a hablarme, y yo que hacía bandera de mi timidez no supe cómo contestarle. Cuando me asalta esa cosa que llamamos verguenza, siempre e inevitablemente, tartamudeo. Con Vero fuimos compañeros de trabajo durante muchos años. Fui el hombro perfecto para su emoción descontrolada cada vez que algún novio la abandonaba.Solíamos compartir almuerzos en el Tigre los sábados al mediodía. Trabajábamos hasta las 12. Yo tomaba mi auto (ése que yo amaba, el verde maui) y le abría la puerta para que ella se acomodara a mi lado. Así tomábamos la Panamericana, derechito para el Mercado de Frutos. Caminábamos un poco, y buscábamos un lugar donde comer. A mi, Vero me gustaba mucho, pero habiendo tratado de avanzarla (superando la verguenza y la timidez) no había logrado más que alejarme de ella.Años después de compartir trabajo y experiencias, en un momento donde la relación estaba en la cumbre de la frialdad, me casé.Mentiría si dijera que pensaba mucho en ella.Pero ocurrió que con anillito de oro en mi mano izquierda, una noche en que nos cruzamos en uno de esos eventos que yo organizaba y que prefiero no recordar mucho, entre copas nos besamos a la vista de nuestros compañeros de trabajo.A mí, el corazón se me acelera con facilidad (no tengo el si fácil, tengo el no difícil).Cuadras después de la fuga de ese lugar coqueto, y entre las sábanas y antes de enroscarnos, me confesó que en ese momento, ella era libre, y que me elegía porque yo no lo era.Jugueteamos un rato largo.Terminamos bastante cansados y la alcancé hasta su casa.Seguimos siendo amigos un par de años más pero sin intimar.Habíamos cerrado un ciclo, un muro se había derribado. Pero acaso no me he quedado siquiera con un poco de cemento...

martes, abril 04, 2006

Saudades


Cuando llueve todo parece detenerse en el aire. Desde esa especie de bruma que suspende los humos de los cigarrillos hasta la gente corriendo me producen "saudades".Creo que no existe mejor palabra que SAUDADE, porque ella encierra nostalgia, desengaño, extrañeza, ansiedades.Y cuando llueve, todo se nos moja.y cuando todo se nos moja, tarda en secarse.Y cuando nos secamos necesitamos humedades.Y cuando tenemos humedades nos duele el pronóstico del tiempo.Y cuando pronostican no aciertan.Y cuando aciertan, aciertan otros.

"Ultimamente ando sem grande inspiração para escrever. Acho que ando demasiado decepcionado com determinadas coisas. Todos temos as nossas fases!". Me gustó la frase, por eso la copié de alguien que no se quién es....

lunes, abril 03, 2006

Sensación...



Hay un cuerpo, de mujer claro, una sensación, una distorsión. Hay un dolor que se clava en mis sienes.
Hay una mayor desconcentración, un vestido que vuela y un recuerdo que nos deja el sabor del vino.
Hay una ventana, un río y un barquito.
Hay un te quiero de más.
Hay sudor, hay temblores en su vientre.
Hay manos que buscan lo que quieren encontrar.
Caricia, desvelo, desconcierto.
Hay agitación, deseo, humedad.
Hay una noche que no quiero que termine.
Hay un reloj que da las tres.
Hay una música que viene.
Hay dolores que se van.
Hay dos bocas que se juntan.
Hay dos ojos que me miran.
Hay dos cuerpos que se juntan.
Hay explosiones a lo lejos.
Hay explosiones a lo cerca.
Hay.
Ay.

Recuerdos que quiero olvidar


Una vez me dijeron:
Llega un momento en que cada calle, cada bar, cada plaza, comienzan a tener un nombre... ése es el momento en el que uno comienza a recordar para poder olvidar...

sábado, abril 01, 2006

Balcón del Centenario


Villalba es una chica afrancesada. Literalmente, puesto que hace unos cuatro años se fue de aquí, de nuestro Buenos Aires, en busca de un futuro mejor.
Allá, en St. Ettienne las cosas le han ido mejor de lo esperado. Un francés llamado Vincent la ha desposado y viven sus etapas de felicidad con mucho orgullo. De vez en cuando recibo algún mail que me informa sobre la actualización del álbum de fotos familiar.
A Villalba la conocí por casualidad, allá por el ´97, cuando los dos intentábamos encauzar de alguna manera nuestras vidas. Ella trabajaba en una compañía de música y yo en otra.
Un mail de su remitente llegó a destino de mi casilla (por error), yo respondí y entre algunos coqueteos electrónicos nos fuimos encontrando, regando con vino blanco nuestras citas y acabando en la cama que es como deben acabar estas cositas. MV (María Villalba) tenía (o tiene) los mejores atributos de mujer morocha, algo caderona, buenos pechos y sonrisa fácil, piernas largas para su escasa estatura y tronco bien delineado.
Nuestras escapadas (yo de mi próxima ex y ella de su antiguo) consistían en:
Algún trago en cualquier bar, seguido de una corta caminata hacia algún restaurante y encierro en su departamento frente al parque Centenario. Vivía ella en un departamentito muy agradable en un último piso, que dejaba ver la niebla desde su balcón. Nos sorprendíamos volviendo a beber desnudos sentados en una sillas de jardín inexistente en ese balcón, en donde dejábamos que la vecina del edificio de al lado nos espiara con mucha tranquilidad.
MV me regaló pocos pero intensos momentos. Aprendí con ella que la piel dialoga cuando quiere y cuando dos se quieren reconocer sin maquillajes.
En su departamento recibí noticias de un despido anunciado. De mi otro yo que me dejaba para convertirme en lo que soy.
Nunca le dí las gracias de nada, porque la pasión no debe agradecerse, debe tomarse o dejarse, pero nunca agradecerse.
Y cuando la recuerdo, me dan ganas de treparme a algún balcón, para desnudarme, destapar una botella y brindar a su salud.